Morrissey compuso joyas y su legado y talento es innegable. Su influencia es incluso más notoria en esta década y en la de los 00, donde se experimentó un revival de su vieja banda, The Smiths.
Pero cometió un error. Uno garrafal, que tiene nombre: Suedehead.
Suedehead es una repetición incesante de I'm so-so-so-sorry y demás líricas zafias. Escucharla es vergonzoso, cringeworthy, dijeran los gringos. Escuchar a Morrissey pujar es en verdad aberrante.
No me odien, modernos.